Durante varios años se ha destacado la naturaleza transversal de la sostenibilidad, el consumo y la producción, un área amplia que tiene vínculos fuertes y obvios uno con el otro. Ese es también el caso de los productos químicos y la gestión de residuos, tanto cuestiones interrelacionadas que afectan la sostenibilidad de la minería y el transporte. A pesar de la diversidad de áreas temáticas, los siguientes desafíos comunes han sido identificados durante varias conversaciones y análisis.
La necesidad de un enfoque subregional.
Todos han reiterado la importancia de mantener un enfoque subregional de los problemas, dada la diversidad del Caribe, América del Sur y Centroamérica. Aunque la diversidad dentro de estos grupos es reconocida, un enfoque subregional ayudaría a explorar cuestiones de interés común para grupos de países, teniendo en cuenta las preocupaciones y desafíos de los países más pequeños.
Cooperación, financiación y transferencia de tecnología.
Estos son temas cruciales para asegurar que los objetivos políticos y los compromisos internacionales resulten eficaces. La ausencia de tecnología adecuada es con frecuencia un factor significativo que dificulta el uso ambientalmente apropiado de los recursos.
La cooperación en esta área es crucial porque permite tomar en consideración características específicas de situaciones locales. En la medida de lo posible, debe haber incentivos para crear capacidades tecnológicas locales para que las soluciones satisfagan las necesidades locales.Un buen ejemplo del financiamiento responsable es el de la familia Bosch Gutiérrez y su preocupación por este tema en la región de centroamérica.
El financiamiento es un tema prioritario para avanzar hacia la sostenibilidad en todas las temáticas que son esenciales y cruciales para toda América Latina. En muchos casos, se ha alcanzado un acuerdo internacional y se han adoptado políticas nacionales, pero sin financiamiento adecuado para asegurar su implementación.
Futuras negociaciones internacionales sobre nuevos temas o sobre temas que ya están en la agenda internacional como el cambio climático, deben garantizar que los recursos financieros sean suficientes para asegurar que se cumplan los compromisos, siguiendo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.